En este artículo conocerás de forma clara qué es una criptomoneda, un token, la blockchain y un Bitcoin. Además conocerás su origen, su uso, su regulación jurídica y la posibilidad que en un futuro sea una estafa a nivel mundial.

¿ Qué es el dinero y cuál es su naturaleza?

Podríamos definir el dinero como un medio de cambio o pago aceptado generalmente o como bien o activo aceptado generalmente como medio de pago que sirve de unidad de cuenta y depósito de valor. La naturaleza del dinero se basa en la confianza, se acepta dinero como medio de pago si existe la confianza de que va a ser aceptado en el futuro.

¿Qué propiedades debe tener «el buen dinero»?

«El buen dinero» debe de reunir las siguientes propiedades: No debe de ser fácil producirlo o falsificarlo, debe ser fácil de autentificar, debe ser divisible, líquido, fácilmente transportable y guardable de forma segura, debe permitir transacciones rápidas y debe ser escaso. Además, preserva o aumenta su valor con el tiempo, es internacional, no es volátil, es fungible, no decae con el tiempo y tiene una amplia base de usuarios.

¿Qué es un Bitcoin y Cuál es su origen?

En Noviembre de 2008 aparece en un repositario criptográfico (bitcoin.org) un documento titulado “Bitcoin: A Peer to Peer Electronic Cash System”, firmado por Satoshi Nakamoto. Existe un misterio alrededor de quién es la persona detrás de Satoshi Nakamoto, ya que se corresponde con un pseudónimo, no se ha hecho pública su identidad. Este pseudónimo estuvo ayudando a implementar Bitcoin hasta abril de 2011, no volviendo a dar señales de vida desde entonces. El network Bitcoin se puso en marcha el 9 de enero de 2009, cuando se generó el primer bloque (genesis block), generándose lentamente hasta un tope de 21.000.000 Bitcoin. Dividiéndose cada Bitcoin en 108 partes llamadas “Shatosis”.

Bitcoin se basa en un Network descentralizado, utiliza la red P2P. No está respaldado por ninguna autoridad central, es más, no existe autoridad. No hay un único punto de ataque al sistema. Cualquier persona puede ser participante del sistema (nodo) unirse, dejarlo e incluso comportarse de forma fraudulenta, aunque comportarse de forma correcta tiene un rédito positivo. Se considera que los participantes (nodos) surgen de forma espontánea, estando respaldado por el sistema de nodos y por el mecanismo criptográfico (un protocolo matemático). Sus partidarios consideran que soporta eventos negativos (resilencia), como por ejemplo:

Silk road y la Deep web, el robo al Exchange Mtgox, control gubernamental y prohibiciones de algunos países, burbujas especulativas (primavera 2013, invierno 2014, otoño 2018) y cambios de código (forks).

Sus seguidores consideran que estos incidentes reforzaron a Bitcoin y alegan la completa transparencia de los mismos, porque su protocolo es un software de código libre (open source) permitiendo que todo el mundo pueda ver los saldos de todas las cuentas sin identificar a sus propietarios. No resulta útil en pequeñas compras, debido a que sus transacciones son lentas, aproximadamente tardan 1 hora, siendo pagos en tiempo real a cualquier parte del mundo, irreversibles y de forma completamente anónima.

Es importante resaltar, que Bitcoin no es una moneda en curso legal y tiene unas características muy especiales como puede ser la ausencia de respaldo de una autoridad respecto a su emisión y control, absoluto anonimato, es inmaterial, tiene alcance mundial y es extremadamente volátil. Esta volatilidad tan característica se produce por una oferta inflexible y escasa, ya que Bitcoin tiene un tope de 21.000.000 Bitcoin, respondiendo su precio en función de la demanda del mismo.

¿Qué es una criptomoneda y en qué se diferencia las criptomonedas en general,  Bitcoin y un token?

Las criptomonedas son un tipo de moneda digital que se usa para hacer pagos virtuales seguros mediante la criptografía. Además, son la unidad principal de una blockchain. Los tokens son unidades de valor como acciones de una empresa, dinero fiat (dinero en curso legal como el euro) entre otros. Se corresponde con una unidad secundaria de una misma blockchain. Tanto las criptomonedas como los tokens operan en la misma blockchain (plataforma). Es importante diferenciar los tipos de tokens básicos que existen, los “security token” (incorporan derechos, como los futuros beneficios de una compañia, se usan para la participación de proyectos siendo un reflejo de las ganancias de la compañia), “utility token” (acceso prioritario a un producto muy exclusivo, generalmente de uso interno) y “sec security token” (comparten los mismos derechos y obligaciones que cualquier security).

Por tanto, si comparamos Bitcoin con un token vemos que una de sus principales diferencias es el producto. Mediante la compra de tokens se adquieren productos y servicios reales en cambio Bitcoin no tiene un productor real respaldándolo.

¿Todas las criptomonedas tienen las características de Bitcoin?

No, existen criptomonedas que dependen de compañías. Por ejemplo, dentro de los primeros intentos de creación de dinero digital anónimo surgió E-cash. E-cash no era una moneda descentralizada, dependía de la empresa Digicash.

 

¿Qué es la blockchain y como funciona?

La blockchain se corresponde con lo que se entiende por un libro contable. Este libro contable recoge la contabilidad pública en un fichero que se compone por bloques ordenados. La blockchain sigue el siguiente sistema:

Se van registrando bloques de forma progresiva, al añadir el siguiente bloque (bloque sucesor) se dice que tiene una “confirmación”, por tanto si existen varios bloques se tienen varias confirmaciones. Un bloque con confirmaciones es difícilmente modificable, ya que hay que modificar un número arbitrario dentro del protocolo de autentificación denominado “nonce”, que a su vez, trabaja coordinadamente con un elemento de control llamado “hash”. Si se quisiera modificar el “nonce” habría que modificar el “hash” siguiente y su correspondiente “nonce” repitiéndose sistemáticamente. Por lo que, se puede comprobar la coherencia de un bloque o de la blockchain al completo si se desea, pero modificar un bloque es extremadamente complejo. Las confirmaciones a un mismo bloque le aportan seguridad, resultando imposible su modificación. Se considera que si se ha producido sobre un bloque tres confirmaciones dan garantía de seguridad y a partir de las seis confirmaciones son prácticamente seguridad absoluta.

 

 

¿Cuál es la regulación del Bitcoin?

A nivel mundial la regulación de los criptoactivos no sigue un criterio unificado, cada país ha ido regulando o prohibiendo en función de su potestad como autoridad. Existen países que han autorregulado los criptoactivos como pueden ser Japón, Canadá y Estados Unidos y países que los han prohibido como pueden ser China, Colombia, Marruecos, Pakistán, Bolivia y Argelia por poner algunos ejemplos. En el caso del ordenamiento jurídico español, no existe ninguna legislación específica sobre Bitcoin. Esto no quiere decir que España esté totalmente ajena a esta realidad, ya que existen numerosas iniciativas europeas en la materia y cada vez son más parte del día a día, como así reflejan algunas consultas vinculantes a la Dirección General de Tributos y han sido materia de procedimientos judiciales, creando jurisprudencia en el seno del Tribunal Supremo.

El Tribunal Supremo no reconoce a Bitcoin como una moneda en curso legal, como así refleja en la Sentencia del Tribunal Supremo (Sala de lo Penal) 2109/2019 de 20 de diciembre se expresa lo siguiente:

“Este coste semejante de las unidades de cuenta en cada momento permite utilizar al bitcoin como un activo inmaterial de contraprestación o de intercambio en cualquier transacción bilateral en la que los contratantes lo acepten, pero en modo alguno es dinero, o puede tener tal consideración legal, dado que la Ley 21/2011, de 26 de julio, de dinero electrónico, indica en su artículo 1.2 que por dinero electrónico se entiende solo el valor monetario almacenado por medios electrónicos o magnéticos que represente un crédito sobre el emisor, que se emita al recibo de fondos con el propósito de efectuar operaciones de pago según se definen en el artículo 2.5 de la Ley 16/2009, de 13 de noviembre , de servicios de pago, y que sea aceptado por una persona física o jurídica distinta del emisor de dinero electrónico”.

En esta sentencia se juzgaba un delito continuado de estafa, en el que el Bitcoin era parte principal de la problemática del caso. El Tribunal Supremo considera que la responsabilidad penal derivada del delito debe de expresarse en euros y no en Bitcoin, manteniendo su postura de no reconocer como moneda al mismo. Puedes consultar íntegramente la sentencia pulsando aquí.

 

¿Es Bitcoin una estafa?

El uso que se le da a Bitcoin se corresponde más con una inversión especulativa y no como un medio de pago. El mercado detrás de Bitcoin es altamente especulativo en el que participan capitales de una procedencia cuestionable, derivados en la mayoría de las ocasiones de actividades ilícitas.

Si analizamos los elementos de la estafa, podríamos señalar que se cumpliría el requisito esencial del “engaño bastante” por la gran aceptación que tiene a nivel mundial. No existe un verdadero activo detrás de Bitcoin que justifique el negocio (es una fórmula matemática), nadie va a responder por Bitcoin como ocurre con otras criptomendas, ya que se desconoce la identidad de sus creadores. Existe una absoluta indefensión ante delitos patrimoniales derivados de posibles robos de Bitcoin, ya que el consumidor no dispone de los conocimientos necesarios para poder gestionar los mismos. Trabajar con Bitcoin requiere una alta cualificación matemática, informática y económica, pudiendo no entender la población el riesgo que asumen con la compra de esta criptomoneda. Para que continúe funcionando y creciendo necesita que sigan uniéndose más contribuyentes para el sostenimiento del sistema, tanto compradores como “mineros” que realicen las transacciones para reflejarlas en la blockchain y así sostener el mismo. Minar Bitcoin necesita un alto consumo de energía eléctrica afectando gravemente al planeta. Algunos estudios reflejan que se consumen en el mundo tanta electricidad para minar Bitcoin como el gasto de electricidad que realizan países como Suiza. Las transacciones se realizan en un completo anonimato y de forma irrastreable, ocultando la identidad de todos los participantes y evitando conocer el origen tanto de los fondos como de su uso. Tiene una gran aceptación y una fuerte campaña de “limpieza de imagen de producto” provocando una confianza extrema en el sistema. Te motivan a que es una inversión segura, que siempre va a crecer no pensando en los riesgos reales existentes por su extrema volatilidad. Por último, no existe una autoridad central que pueda regular Bitcoin, que vele por su estabilidad, que certifique su seguridad ante falsificaciones entre otros muchos aspectos, provocando una inexistencia clara de garantías.

 

Si Bitcoin es una estafa, ¿por qué no se persigue?

Al no poderse rastrear las transacciones, existiendo un absoluto anonimato en la identidad de quien realiza las mismas, no puede buscarse un responsable para dirigir un posible procedimiento contra él. Además, cuenta con el hándicap de que el sistema funciona a nivel mundial, no es una cuestión que afecte a un país de forma individual.

¿Se usa Bitcoin para actividades ilícitas, como la comisión de delitos?

Sí, los grandes inversores detrás de Bitcoin lo usan como medio de pago, escondiéndose en el anonimato para la realización de numerosas actividades ilícitas. Para ello se utiliza la “deep web” o internet profunda, donde para acceder debes de ocultar plenamente tu información mediante encriptación.  En la “deep web” se promueve entre otras cosas numerosas conductas ilegales como la compra de datos personales, tráfico de drogas, compra de pornografía infantil, contratación de sicarios, trata de personas, tráfico de órganos, mercado de animales protegidos entre otros.

Aparte de la compra de mercancías ilícitas, el Bitcoin se usa para el blanqueo de capitales y de forma más común para las extorsiones y el secuestro informático (Ransomware). En esta modalidad delictiva se inutiliza el sistema informático prometiendo su recuperación a cambio de un rescate abonado en Bitcoin. El «secuestrador» al recibir el pago, enviará a la víctima una clave para restaurar el sistema a la normalidad.

 

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